Boda de Angie y Johan en Meliá Panamá Canal

Música, pasión, religión y romanticismo son conceptos que definen a la perfección la relación de Angie y Johan. Él es aquella persona con la que Angie soñó de pequeña, su príncipe azul, el amor de su vida, mientras que, para él, es la luz de sus ojos, su todo. La romántica historia empezó hace mucho tiempo atrás en Panamá y gracias a su permanente cariño dieron paso al “sí quiero”; una boda donde las promesas y el amor han sido bendecidos por Dios a través del sacramento del matrimonio. 

Las fotografías que capturamos como sus fotógrafos de bodas en la fecha más importante de sus vidas, será el mejor testimonio y recuerdo de su especial e inolvidable día.

De una amistad universitaria a un amor irrompible 

Johan y Angie ambos son de Colombia, se conocieron por primera vez en Panamá, en la universidad, en un bus que los transportaba en dirección a su casa de estudios en su primer año de carrera, en la ciudad de Colón. Tiempo después, la situación entre ellos dos floreció de una manera maravillosa. Si bien empezaron siendo amigos, todo en Johan hipnotizaba a Angie. Además, ella nos contó que desde el primer momento en que lo vio, supo que tenían una conexión especial y esa conexión, con el paso de los meses, se convirtió en una hermosa relación que terminó en un espléndido matrimonio. 

Sin embargo, como en toda relación, hubo altos y bajos, pero nada preocupante. Ya que, según Angie, siempre salían adelante y superaban cada contratiempo con honestidad y buena comunicación. “Y sí, ninguna relación es perfecta, pero si ambas personas están dispuestas a dar lo mejor de sí y a luchar por construirla en cimientos fuertes, lo imperfecto pasa a un segundo plano”. Especificó la novia. Por lo que, esos momentos les sirvieron para darse cuenta de que él era y es el indicado. El hombre perfecto, la persona que hace y hará sus días más felices, llenos de color y alegría y viceversa; ya que, a pesar de las circunstancias y las problemáticas de la vida, ellos tienen la certeza de que podrán terminar juntos, traspasar cada obstáculo, porque los dos tomaron la decisión de elegirse cada día.

En un momento, cuando tomábamos las fotos de la boda, la novia nos contó de que lo que más le gusta de Johan es la química y la confianza que tienen; aunque no solo como pareja, sino que, como amigos, puesto que, después de tanto tiempo juntos, siempre se han visto como mejores amigos hasta el día de hoy. Y, a su vez, al tener tantas cosas en común ha resultado asombroso en su relación. También, otra cosa que le gusta de él es su fé espiritual, su sabiduría y su amor a Dios. 

No obstante, la conversación no quedó ahí, Angie especificó que lo que más le encanta de su ya esposo, es su manera de ser. “Johan es un hombre seguro de sí mismo y que sabe lo que quiere, él lucha por conseguir y cumplir sus sueños, su creatividad rompe fronteras, ya que es de las personas que, si no sabe cómo hacer algo, busca o aprende la manera hasta tener una pronta solución. Johan no se queda quieto, es muy recursivo. Asimismo, él al igual que yo nos gusta emprender y salir adelante, no nos rendimos”. Añade con una gran sonrisa.

Además, nos ejemplifica: “Desde joven siempre me ha gustado emprender, trabajar por mis cosas, ponerme retos a mí misma con el fin de crecer como persona y también lograr impactar positivamente en la vida de muchas personas. Johan y yo siempre estamos dispuestos a ayudar, pero, por sobre todo él. Debido a que tiene un gran corazón y empatía, y eso en un hombre enamora. Aunque, lo que me terminó de enamorar, fue sin duda alguna, su determinación para lograr cada meta que se proponía, su sentido del humor, su actitud positiva frente a cualquier problema. Su personalidad detallista, su romanticismo y su alma aventurera”.

El novio, al escucharla no quiso quedarse atrás y nos sorprendió con gratas palabras: “Angie es el amor de mi vida, ella ha sido sin duda alguna mi pedestal, ha estado en los momentos que más difíciles. Es la mejor compañera de vida que uno puede tener. Además, es una mujer tan hermosa, su cabello y sus ojos me vuelven loco, aunque eso es solo una pequeña parte de lo maravillosa que puede llegar a ser está mujer. Ya que lo que me tiene fielmente enamorado, es su gran y noble corazón”. 

Música, serenata y sonrisas enamoradizas 

Él día en que Johan le pidió matrimonio a Angie fue un día especial. La verdad ella nunca creyó que él tomaría ese momento para pedirle tal cosa. Angie se sorprendió rotundamente, se sorprendió por su romanticismo, lo hermoso que fue y la manera en que Johan le demostró su amor.

Fue el 28 de agosto del 2019, todo inició cuando el novio la invitó a una cita ese día. La llevó a una cena con música en vivo, algo que sin duda les gusta a los dos, ya que no hay nada más romántico y emocionante que estar bajo las velas escuchando música y cenando. No obstante, su proposición no fue en la mesa, sino que fue de verdad impactante y emocionante: La propuesta se la hizo cuando lo invitaron a cantar junto con los músicos.

En ese instante, mientras la música sonaba y todos miraban, caminó hasta estar frente a Angie y se arrodilló pronunciando las palabras mágicas: “¿Te quieres casar conmigo? “. 

Luego, Angie nos contó su reacción: “Mis ojos en ese instante se mostraban cristalinos y llenos de emoción. Yo estaba a flor de piel y más cuando mi familia salió de la nada y aplaudiendo. Al caer en cuenta de lo que estaba pasando, mi sí vino al instante. Nuestras sonrisas implantadas de amor, ternura y cariño se ensancharon al terminar de escuchar mi tan esperada palabra y después de unos cortos segundos, nos besamos con el fin de concluir el día con la promesa que más anhelábamos en ese entonces.” 

La boda: el clímax más esperado

La boda fue en Panamá, en el Hotel Meliá Panamá Canal en la Provincia de Colón. Para Angie ese día fue maravilloso. Sus momentos favoritos fueron varios, pero el que más captó su atención fue verlo a él, a su esposo parado y esperándola en el altar. “Cuando vi su rostro de felicidad y su tan bella sonrisa, incluso hasta a mí se me ilumino la mirada y más aún cuando sellamos nuestro pacto con Dios y dándonos el sí. Fue una ocasión mágica que siempre estará grabada en mi memoria.”.  Añade la novia con una leve y alegre sonrisa. 

A su vez, luego del matrimonio, su momento favorito de la recepción fue el baile que tuvieron.  “El bailar junto con él hizo que mis sentimientos salieran a la luz, que mi corazón palpitara frenéticamente y con un dulzor que llegó hasta mi alma. Además, mientras bailábamos y pasábamos la recepción me llegaron recuerdos a la mente cuando nos olvidábamos de todo y de todos. Cuando teníamos largas conversaciones contándonos anécdotas y aún más los sueños e ilusiones que cada uno tenía y que ambos compartíamos, sin saber que en un futuro se irían convirtiendo poco a poco en realidad, y en ese entonces, saber que podíamos contar con el otro y apoyarnos en todo, nos mantuvo unidos y nos ayudó a superar las dificultades”. Comentó la novia.

Angie, al terminar de recordar tales momentos se dio cuenta de que él es el hombre que más la ha hecho feliz.  “No dudaría en ningún momento o segundo en alejarlo de mí, de mi vida. Él es mi tesoro, mi felicidad y mi orgullo. Es más, en las fotos de pareja que nos sacó el fotógrafo se puede ver nuestra increíble conexión”. Especifica. 

Mientras que, para Johan, el momento más inolvidable para él fue verla llegar con su hermoso vestido blanco y su irradiante sonrisa. “Ella iluminaba el lugar”. Explicó

La boda de Johan y Angie fue inolvidable, el amor entre ellos dos se mostraba fuerte e irrompible y la unión bajo la percepción de Dios junto con el debido respeto del uno con el otro, fue una gran oportunidad en sus vidas para prevalecer como personas, enamorarse hasta de sus mutuas almas y fundirlos en un colosal paseo por la eternidad. 

Fue un placer para nosotros ser lo fotógrafos de su boda ¡gracias por la oportunidad! y nuestros mejores deseos para tan especial pareja.